jueves, 11 de marzo de 2010

MIEDO

Hace un par de días platicaba con León Cobarde acerca de nuestros miedos. Mientras el se burlaba de mi miedo a los arácnidos yo no entendía porque le temía a sumergirse en una alberca.
Sumergirme en el agua es de lo más relajante que puede existir para mi punto de vista. Después de que me conto el porqué de su miedo (Si lo quieren saber esperen a que León Cobarde postee acerca de sus miedos, que se balconee el solo!!) solo pude pensar “no pues si con razón…” Pero me hizo recordar un miedo un poco más fuerte que el de los arácnidos que tengo desde niño.
Era un sueño muy recurrente. Estar en cualquier lugar y en cierto momento voltear y no reconocer absolutamente nada, por lo regular estaba con mi mamá (porque si tuve una…) y al soltarle la mano o fijar la mirada en otro lado al buscar el reencuentro de miradas ya nada era igual.
Me angustiaba caminar por muchas calles y no reconocer ninguna, gritar y que nadie me escuchara, añorar volver a tomar la mano de mi madre y que eso no sucediera. Es por eso cuando voy a un lugar desconocido, siempre estoy pendiente de las rutas que pueda tomar para regresar bien al lugar que tengo que regresar. La última vez que soñé eso fue en 2007, desperté porque era tanta mi angustia que no podía respirar y el acompañante en turno tuvo que despertarme (Duh!!! Muéstrate vulnerable anda!!!) Ni que decir de lo histérico que me puse por no reconocer unas calles cuando únicamente me había distraído un minuto y me pase un par de cuadras cuando fui a Lomas Verdes, mil llamadas a la oficina, otras tantas al lugar al que tenía que ir y en aquel entonces 7 cigarros medio aliviaron mi angustia. Si, solo fue una calle la diferencia. No ubico la razón de este miedo, se bien porque le temo a las arañas, pero nadie ha confirmado que de pequeño me haya perdido en el súper o en alguna calle.
Creo que esta es una razón de mi “gran sentido” de la orientación. No sé decirte como se llama la calle, pero sé como llegar y dónde está el metro más cercano y tal vez la avenida más cercana que me saque de la colonia, zona o estado en el que este y del porque duermo con un peluche o almohadita sea donde sea que este. Es por eso que soy un GPS biológico. Yeah right!!!!

2 comentarios:

RNST dijo...

fijate que nunca noté ese sentido de la orientación... quizá por que yo también lo tengo, especialmente en ésta ciudad... JA! y por otro lado, creo que tu miedo a estar perdido es representación subconsciente de un miedo que ya tienes que es el de la soledad... JA! y sé que vas a decir que no es cierto, pero es cierto... JA! (3 VECES)... btw lo de la almohadita que? eso nunca lo hiciste en mi casa JA! (5 veces)

mdchiara dijo...

Tenia miedo a la soledad desde los 6 años??? eso si suena raro!! y en tu kma habia mas de un objeto de deseo!!! jajajaja